
Hola amigos. Otra vez estoy por aquí. No quiero escribir algo que suene a despedida. No me quiero despedir. Digamos que quiero intentar transmitiros un poco que se siente en el después. Es muy dificil pero voy a intentarlo. Mis amigos y familía me preguntam desde que llegué que cómo me encuentro, cómo me ha ido... ¿Sabéis una cosa curiosa? Aún no lo se. No lo he descubierto. Estoy tranquilo, estoy bien, mi escala de valores ha cambiado bastante. Echo muchísimo de menos mi estancia en Casa Emanuel. Me niego a aterrizar completamente en España. Siento como si una parte de mi no la hubiera metido en la maleta, se hubiera quedado allí. Y es que este tiempo en Bissau... es algo indescriptible. Conocer a tantas y tantas personas, cada una con una historía con una vida tan diferente a la nuestra en España. Una vida distinta, unos pensamientos distintos, en cada conversación se podía observar tanto la diferencía de valores que había entre tantas culturas... Eso si hablamos del guineano. Si hablamos del cooperante... Es impresionante la cantidad de cooperantes que he conocido en Bissau (el poco tiempo que me permitía el trabajo). Tantas inquietudes tan parecidas, personas tan especiales, tantas ganas de seguir... Cada historia me dejaba aún más perplejo. Que personalidad tan peculiar la del cooperante. Ha sido un tiempo muy especial para mi. Con mis enfados, con mis alegrías, con mis tristezas, con mis risas, con las risas de los niños, con los gritos de juego, con los abrazos, con los vecinos de Affia, con el compartir tantas experiencias con personas de inquietudes muy parecidas a las mías... ¿Es difícil adaptarse a Africa cuando llegas? No voy a decir que no, pero si voy a decir que mucho más difícil es adaptarse a España cuando regresas. Africa tiene algo, este trabajo tiene algo... es como un imán. Insisto en que me resulta muy difícil de explicar. Imagino que a mis compis les pasará algo parecido. Como decía antes no quiero despedirme aquí y no lo voy a hacer. Nadie sabe que pasará mañana. Pero como poco si que quiero transmitir desde aquí mi agradecimiento a mucha gente. No voy a nombrar a nadie porque no quiero olvidar ningún nombre por despiste. Por eso gracias a Fundación Iván Mañero, gracias a los trabajadores de Casa Emanuel, a todos sus misioneros, a mis compañeros en Guinea, a todas las personas que aportan su grano de arena para formar la montaña, a tantas y tantas personas que han hecho de mi estancia en Guinea una de las mejores experiencias de mi vida. Gracias a todos. Por supuesto gracias a todos vosotros que habéis seguido mi estancia allí a través de este blog, Nha Kau. En criollo significa "mi espacio". Como últimos renglones os transmito un pequeño escrito en criollo que, por supuesto no es mío. Espero que el autor sepa perdonarme por ponerlo aquí. Es una especie de poema que me ha marcado muchísimo, algún día os daré la traducción, pero si no podéis esperar os recomiendo que vayáis a que alguien os la traduzca en Guinea Bissau. Un beso. N´ta, n´dismaia otcha n´disperta n´contenti na frontera di bu curpu. N´pediu tok ku bu seta. M´pudi murri pabia n´vivi.
No Response to "Curro ya en España"
Publicar un comentario