Nha Kau

Bueno, hoy ha sido un día durillo, pero mañana pienso que va a ser más aún. Os cuento un poco la historía. Hace un año llegó al orfanato un niño de que ahora tiene doce años. Fué abandonado por la familia. El chavalín nació con espina bífida y fué intervenido. Camina con mucha dificultad y no tiene sensibilidad en las piernas. Ya llegó al orfanato con una ulcera en el pie. Desde entonces se ha estado tratando pero esa úlcera nunca ha llegado a cerrar. De momento se ha ido manejando la situación. Una úlcera de ese tipo parece que no es posible curar nunca. En las últimas semanas ha ido empeorando y en los últimos días se ha acelerado el proceso a un ritmo vertiginoso. Esta mañana lo hemos trasladado al Hospital Simao Mendes. La situación ya no es manejable y mañana lo van a intervenir. Le van a ampuntar la extremidad. La infección ya no es controlable. Está ingresado en el Hospital de Casa Emanuel y mañana lo trasladaremos a Simao Mendes. Después esperamos poder traerlo para manejar aquí el postoperatorio. Es increible ver como los ciento cuarenta y siete niños forman una gran familia. Hoy todos los niños no paraban de preguntar por él. Al final hemos tenido que dejarlos pasar al hospital para que lo saludaran y se despidieran de él. No podéis imaginar a los niños, todos rodeando su cama, despidiendose de él. Han ido para cantarle canciones. Menuda situación. No hay ser humano que pueda reprimir las lágrimas viendo eso. Algunos niños lloraban mientras le cantaban. Y nosotros en qué nos hemos visto de poder contenernos. ¡Cómo están de unidos estos niños! ¡Cómo se quieren¡ Son una gran familia. Es impresionante. De momento vamos a armarnos de coraje y vamos a ver que pasa mañana. Ya os diremos cómo va la cosa. Un abrazo y a continuar.