Hoy estoy bastante bien. La primera semana ha sido bastante dura. Muy dura. El calor, el cambio, echar de menos a todo el mundo… Aquí he visto en una semana más inmundicia, calamidad, penurias que en toda mi vida junta. He llegado a plantearme que narices hago yo aquí. Hay que armarse de fuerza para poder comprender esto y aún así creo que regresaré a España sin haberlo comprendido.
Esta mañana me he levantado de forma diferente. Mi pensamiento es que voy a estar aquí demasiado poco tiempo como para dedicar más a “adaptarme”. No creo que logre adaptarme a esto. Ningún ser humano debería poder adaptarse. Por lo tanto creo que lo mejor es ponerse a trabajar duro cada día. Así al menos el tiempo que esté aquí podrá ser provechoso. Y en eso va a consistir mi adaptación. No voy a ser el ombligo del mundo porque ¿acaso tengo yo derecho a estar triste? No. No he venido aquí a afligirme ni pensar por los rincones. He venido a ayudar. Ahora estoy más seguro de lo que decía en comentarios anteriores. ¿Quién ayudará a quién?
He conocido a mucha gente. Cada uno con su historia. Los trabajadores del hospital son muy amables. Te abren las puertas de su casa. Te dan lo poco que tienen. Quieren compartir su tiempo contigo y que compartas el tuyo con ellos. Los pacientes también. Los vecinos. Es agradable pasear por la calle. Todos te sonríen. Hay una cosa que me hace mucha gracia y me hace reir mucho. Cuando un grupo de niños te ve por la calle ríen y te gritan “branco pelele, branco pelele” (blanco muy blanco) y rien a carcajadas. Yo les contesto “ pretum bau” (y tú negro más negro). Entonces ya se destornillan. Eso, eso es lo que cada día te hace seguir adelante. Eso y muchas cosas más. Es como si esta gente supiera lo que sentimos. A ellos no le falta una mano sobre tu hombro. Mamadú todas las mañanas me estrecha su mano y no te suelta al menos en un minuto. Te da los buenos días, te pregunta cómo estás, cómo ha ido la noche, si estás preparado para afrontar el día de trabajo. Cuando se asegura de que todo está bien él contesta “está bon”. “Está bien, me quedo tranquilo, sigue así”. Eso extraigo yo de “está bon”.
Bueno ¿ya qué más deciros?. Seguiré contando mi experiencia o más bien mi vivencia. El otro día alguien me decía desde España que cada nota mía le hacía reflexionar, que siempre dejaba alguna frase…. Bien hoy mi frase para que reflexiones es …. ninguna. Es un silencio. De ese silencio extrae tu propio sentimiento. ;) ;) ;)
Un beso muy grande para todos y gracias por dedicar unos minutos a leer esto.
3 Response to Curro descubriendo Guinea Bissau
Creo que este comentario me ha hecho llorar.. si, estoy llorando.. Transmites a la perfeccion lo que estas viviendo alli y como tiene que ser aquello.. No dejo nombre, tu seguro sabes quien soy. Un saludo
Hola guapo!! Muchísimo ánimo y tu pa´alante "branco pelele"!!, je je. No decaigas que tienes mucho que dar y mucho para traerte, y ver o entender las condiciones que empujan a muchas personas a cruzar el mundo en los dos sentidos, de allí para a quí y como tú de aquí para allí. En ese intercambio cultural está la riqueza y el conocimiento humano y personal. Crece pues como persona y luego podrás trasmitirlo a todos los que te rodean. Muchos besos y disfruta aunque tengas que cambiar las gafas de cómo mirabas hasta ahora el mundo. Te queremos mucho!!
No se quién llora. Pero no lo hagas. Sonríe. Aprovecha lo que tienes. Vive al día. Como decía una muy buena amiga mía "Carpe Diem". Curro
Publicar un comentario