Nha Kau

Esta mañana he vuelto al "Simao Mendes". En un principio iba a venir a por mi Javier a mitad de mañana, ya que en consulta del hospital de Casa Emanuel entre Raquel y yo lo llevamos muy bien, pero se ha enterado que entraban dos grandes quemados y ha ido directamente al "Simao". Yo he cogido un taxi y me he acercado por allí.

El panorama era bastante desolador, un niño de unos 5 años había sufrido la explosión de una pequeña garrafa de gasolina, de los dichosos generadores de luz, al acercarse con una vela encendida a manipularla. ¿Qué hacía un niño de esa edad con semejantes elementos? No lo sabemos, corrió hacia la madre y ésta lo intentó apagar cogiéndolo. Resultado: ella también sufre muy graves quemaduras. Están los dos con perfusiones para restablecer líquidos, antibióticos, etc. (Javier ha pagado la mayor parte del material y la medicación).

El padre que también estaba por allí, "curiosamente" solo tiene una pequeña quemadura en un dedo del pie, y pretendia quedarse con el mejor colchón de la sala donde están su hijo y su mujer con quemaduras de casi el 50%. Tras dejarle muy claro quien tiene aquí la prioridad se ha quedado con el peor colchón.

Yo quería acercarme, entre otras cosas, para llevar unas latas y algún panecillo para algunas personas que no tienen a nadie que les haga la comida y dependen de la caridad de los demás enfermos y familiares, tanto para comer como para las curas, medicación etc.. Me llamó especialmente la atención un hombre mayor con una deformidad en el pie que al andar forzado y con el calzado tan malo que usan le produce lo que llamamos una úlcera"neuropatica", el tratamiento es lento y trabajoso pero no excesivamente complicado, evitar la presión en ese punto y curas normales y corrientes, pero bien hechas.