viernes, 18 de octubre de 2013

LA VUELTA A CASA (GUINEA BISSAU)

Después de 15 meses, volví a visitar a la familia africana (así decimos los que llevamos a Casa Emanuel en nuestro corazón), y parece que nunca me hubiera ido, o al menos que no haya pasado tanto tiempo… sólo en una cosa me doy cuenta de que el tiempo pasó…. los niños….
Recuerdo bebés que no medían mucho más de un palmo y ahora los veo ponerse de pie, jugar y hasta andar…
Veo algunos que vinieron enfermos, desnutridos, y ahora corren, juegan, hablan, y uno nunca diría que han estado así.
La verdad es que me emociona y me siento muy orgullosa de formar parte de esta familia, de estas grandes personas que con su trabajo, su cariño, su empeño, su dedicación y preocupación, hacen crecer vidas con calidad, con valores y con sentido.
Muchas gracias a cada uno de los que están o han estado en Casa Emanuel: misioneros/as, trabajadores/as, cuidadoras, voluntarios/as… y me vais a permitir un especial GRACIAS a Mami Isabel y Eugenia, por seguir al pie del cañón después de tanto tiempo.
Como me dijo una gran amiga, que por cierto conocí en Casa Emanuel, “quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
Hasta pronto

martes, 21 de agosto de 2012

Rosa ya está con los niños de Guinea Bissau


Esto es espectacular, creo que están haciendo un trabajo increíble con estos niños. Es increíble ver sus sonrisas cada día y poder contribuir un poco. 
Casa Emanuel se espectacular de verdad, comparado con el que se ve aquí afuera, esto es un hotel de cinco estrellas. 

Los niños son guapísimos, ya desde el primer día que llegué me recibieron con una sonrisa de oreja a oreja, y cada día se les coge más cariño. Con sólo que pases cinco minutos al día con ellos, los sirve y lo agradecen muchísimo. 
Otra cosa que me ha sorprendido mucho es los valores humanos que tienen, lo dan todo por todos, todos son hermanos y aunque se pelean, como todos los hermanos, se quieren con locura.

La experiencia, creo que es lo mejor que he vivido y he hecho en mi vida, de hecho, ya estoy pensando en cuando podré volver y ¡todavía no he marchado!
En en cuanto a mi trabajo aquí, se básicamente estar con los niños, ellos tienen mucha gente trabajando dentro de casa Emanuel, pero necesitan ese cariño que, por el mucho trabajo que hay aquí, les es imposible dar al resto de trabajadores. Yo me dedico a estar con ellos y a sacarles de tanto en cuánto de la casa para que puedan ver un poco como están las cosas afuera.
Cada día salimos a pasear con un grupito diferente y el otro día, por ejemplo, fuimos ir a los "autos de choque" con la mitad de los que habían pasado de curso, para celebrar sus buenas notas. El próximo sábado iremos con el resto de niños. 

Esta semana además tenemos pendiente a ver si pueden salir a la playa, puesto que ellos casi nunca salen, pues ni siquiera pueden salir solos de aquí y sobre todo a las niñas, porque se muy peligroso.

Además tengo que decir que estos niños han tenido una suerte inmensa, puesto que si comparas como viven en casa Emanuel, con los niños que hay afuera, no te puedes hacer una idea. De hecho, estar en casa Emanuel, es como no estar en Guinea Bissau, es completamente diferente.

¡¡¡Muchas gracias por darme la oportunidad de estar aquí!!!
Rosa

lunes, 11 de junio de 2012

Entre bibes y pañales en Guinea Bissau


Están siendo tiempos difíciles en guinea bissau, y casa emanuel es un buen reflejo de ello. En pocas semanas han llegado muchos bebés y recién nacidos desnutridos, porque en la mayoría de los casos la mamá murió en el parto y no hay quien los pueda alimentar. en los momentos de toma de biberones, cuando se termina con el último es ya casi hora de volver a empezar por el primero. los bibes de leche y los pañales vuelan, hay mucho ajetreo, y son escasos los ratos de silencio (encima hace un calorazo y una humedad impresionantes, así que cuesta mucho ponerlos a dormir). 

A veces, mientras estoy con los niños de Casa Emanuel, pienso  en qué hubiera sido de todos ellos si no hubiera existido este hogar....

Núria Puech

domingo, 20 de mayo de 2012

Núria y la lepra en Guinea Bissau

Hay cosas en la vida que nos “llaman la atención”, nos atraen aunque no sepamos bien el porqué: a mí siempre me atrajo la idea de conocer bien una enfermedad con tanto tabú como es la lepra. Y aquí en Guinea, como en todas partes, la vida se maneja de tal manera que nos termina llevando donde quiere o donde, quizás en el fondo, también queremos nosotros, de la manera menos pensada. Lo que fue la visita a Casa Emanuel de una española que trabaja en Bissau, se convirtió en mi posibilidad de poder colaborar con la gente que trabaja en la leprosería del hospital de Comura.
Mi trabajo allí consiste en formar a varios enfermeros veteranos, en la valoración y tratamiento precoz de las parálisis que provoca el bacilo de la lepra, para poder evitar, cuando sea posible, la cirugía.

Se ha escrito mucho de esta enfermedad, se oyen muchas cosas, y hasta hay un cierto miedo al contagio: recuerdo que cuando estuve en India oí decir que se contagiaba si te tocaba un enfermo.

Realmente me siento muy afortunada de poder vivir esta experiencia, de poder compartir una mañana a la semana con ellos, poder aprender con gente que lleva como 20 años trabajando en ello: como se normaliza todo con respeto, como la información cura los miedos, y como, por encima de todo, existen enfermos, no sólo enfermedades.

viernes, 18 de mayo de 2012

Al pie del cañón en Guinea Bissau

Isabel (Mami) y Eugenia (Tía) en Casa Emanuel
Han pasado muchas cosas desde que escribí por última vez…. Ha llovido mucho, aunque en el sentido literal, ya que dentro de poco empieza el tiempo de lluvia aquí. Como muchos ya sabréis, Guinea Bissau sufrió hace un mes un golpe de estado. Detuvieron al presidente interino (el que teníamos se murió en enero) y al primer ministro, que era candidato de las elecciones que se tenían que realizar una semana después. Hemos pasado unos días de mucha tensión, nervios, incertidumbre… a cada momento llegaban informaciones de lo que estaba pasando o de lo que se pensaba que podía pasar (para muchos íbamos a la guerra, o nos atacaban la ONU o los angolanos…).

En Casa Emanuel, hemos seguido trabajando, algunos días la escuela tuvo que estar cerrada, pero todos los trabajadores han seguido viniendo, cumpliendo sus horarios y trabajos, aunque algunos días no sabían cómo se encontrarían Bissau al salir para casa.

En medio de todo este torbellino de sucesos, informaciones, hemos tenido a los dos pilares de Casa Emanuel, Mami Isabel y Eugenia, que una vez más nos han dado muestra del que es tener coraje, fortaleza y fe. Aún estando algunas veces con pocas fuerzas y cansadas, ellas siguen aquí, al pie del cañón de Casa Emanuel, como desde hace ya 17 años que vienen haciendo. Han sido días de recuerdos, ya que ellas vivieron la guerra que sufrió este país en 1999, y a veces las hemos visto respirar hondo, pensativas, pero tirando del carro sin titubear.

Son tiempos muy difíciles en este país, no sabemos si volverán a llegar ayudas por el rechazo internacional al nuevo gobierno. Además, este país se sustenta todo el año por el cajú (anacardo) que se vende en este tiempo, y después del parón que ha habido por estar todo cerrado, se está vendiendo a mitad de precio, por lo que se empieza a pensar que van a venir muchas dificultades y que van a durar bastante tiempo.